En la última reunión de Junta Directiva de ADERR se llevó adelante un especial reconocimiento a quien fue el primer presidente de la entidad y un gran referente de la industria pyme.
Puntual y con asistencia casi perfecta de todos sus miembros, la última reunión de Junta Directiva de ADERR fue especial: la institución le entregó un reconocimiento a Reno Arcadigni, quien tuvo la idea de conformar la Agencia de Desarrollo en el año 2001 y fue su primer presidente.
Reno es un gran referente de la industria pyme y un precursor en la actividad gremial empresaria. También se involucró de lleno en el ámbito público como secretario de Industria provincial entre los años 1987 y 1991.
Esas experiencias de los dos lados del mostrador lo llevaron en el año 2001 a crear, junto con destacados referentes del desarrollo productivo y el apoyo de autoridades locales, una Agencia que sirviera como puente entre lo público y lo privado para que las ideas y proyectos que surgen en los dos ámbitos no caigan en una fosa.
“La empresa es como la vida, sin proyectos no tiene sentido”, expresó Reno con gran convicción. “Para mi no hay mejor fortuna para un país que tener pymes fuertes y alto porcentaje de pymes significa riqueza, desarrollo y crecimiento”, agregó y calificó de “profunda, elocuente y emocionante” la reunión de Junta Directiva en la que, si bien sabía del reconocimiento que le harían, nunca imaginó que debería contener la emoción al punto de sentir como se le quebraba la voz.
“Jamás pensé que podía recibir algo como esto. Yo trabajo, hago las cosas que me parece que están bien. Estuve en la parte pública y en la parte privada, tanto de un lado como del otro hay muchos proyectos válidos. Se avanzó mucho pero hace falta más comunicación. La sociedad tiene que participar más, pero con vocación. A veces creemos que somos dirigentes cuando en realidad lo único que hacemos es ocupar una silla. Un buen dirigente es el que se mueve, el que busca, el que hace”, deja casi como máxima a seguir para los más jóvenes.
Esos jóvenes son en los que centra sus esfuerzos en estos momentos. “Recibí especialmente mensajes de Whatsapp con felicitaciones de los más jóvenes. Hay muy buen capital en la juventud argentina, sólo que por que los mayores no tenemos una visión clara muchas veces no les damos el lugar que merecen. Por eso mi aporte es la formación, eso es lo que pienso dejarles a los chicos”, aseveró.
“Egoístamente una empresa no se defiende, con el 100% del tiempo dedicado solo a ella. Se hace con el 95% para la empresa y el otro 5% a actividades gremiales, sólo se las puede defender trabajando en conjunto. En lo que me quede de vida pienso seguir luchando para aportar en la transferencia de conocimiento, que es lo más importante que voy a dejar”, concluyó.
