Un mínimo aporte para la otra crisis que vendrá

Por: Mg. Oscar Navós

Vayamos pensando. Saber organizarse. Saber buscar soluciones a los problemas.

A todos nos afectará esta crisis. Salvo muy pocos sectores o actividades que saldrán favorecidos por un incremento en sus ventas,  el resto directa o indirectamente, tarde o temprano pero ineludiblemente sufrirán las consecuencias económicas y financieras de esta pandemia.

Vayamos pensando. Tratemos de imaginar un primer escenario del día después.

Modelicemos, intentemos hacer algunas prospectivas y luego cada empresa y cada empresario pyme intentará tomar decisiones.

Definamos un orden. Llamemos a cada paso como una Estación en este arduo camino que transitaremos hasta la salida de una crisis por ahora sanitaria y luego inevitablemente económica. Propongo lo siguiente:

Primera Estación: UNAS PRIMERAS REFLEXIONES.

Segunda Estación: ADECUADOS Y OPORTUNOS DIAGNOSTICOS.

Tercera Estación: LOS ERRORES QUE COMETIERON OTROS.

Cuarta Estación: DECISIONES TEMPRANAS.

Quinta Estación: DILEMAS.

Hay dos factores que consideraremos como prioritarios y relevantes en estos análisis: LA LIQUIDEZ y el TIEMPO. Ya veremos por qué.

Primera Estación: UNAS PRIMERAS REFLEXIONES.

En primer lugar cabría hacerse algunas reflexiones pensando en el día después. El día que estemos nuevamente y físicamente al frente de nuestra empresa o emprendimiento. Ese día tendremos que tomar decisiones de cortísimo plazo pero también y necesariamente deberíamos enmarcarlas en análisis de largo plazo, más prospectivos, más relacionados con la estrategia futura y la sustentabilidad en el tiempo de nuestro actual modelo de negocios. Algunos interrogantes:

Después de esta crisis y como consecuencia directa o indirecta de ella, en mi sector o actividad:

  • Cambiarán rápidamente los hábitos de consumo?
  • Por cuánto tiempo la gente se seguirá cuidando en sus gastos o por lo contrario, algunos consumos aumentarán por un tiempo por encima de lo habitual? Estaré como Pyme en alguno de esos extremos?
  • Cómo influirá el rápido conocimiento de las modalidades on line que adquirió la población, especialmente en sus hábitos de compra, estudio o intercambio comunicacional?
  • Podré adaptar rápidamente mi actividad a esos nuevos requerimientos?

En síntesis y estrictamente, la reflexión objetiva y dura que habrá que hacer es: seguirá siendo mi sector o actividad un consumo esencial del cuál no deberían prescindir mis usuarios en el corto o mediano plazo?

Ejemplos:
El peluquero cuando se levanten las restricciones seguirá cortando el pelo a sus clientes, salvo que algunos de ellos hayan aprendido a cortarse el pelo y resuelva seguir con ese hábito o no tengan dinero para hacerlo. Pero ese peluquero dejó de tener ingresos en todos los casos y circunstancias desde el 20 de marzo. Si no tenía reservas o cierta liquidez ya está en problemas desde el día 0.

Un garaje seguirá teniendo abonados mensuales entre sus clientes, salvo que dichos usuarios sean afectados en sus ingresos y tengan que dejar su auto en la calle. O más allá, que tengan que malvender su auto porque sus ingresos tenderán a cero en el corto y mediano plazo.

Las farmacias, los insumos médicos y algunos negocios de alimentos no bajarán sus ingresos.

En los hoteles (casi todos, salvo los que sean utilizados como albergue para los afectados por la enfermedad) los ingresos desaparecerán. La duda será: cuántos meses tardará en reestablecerse el flujo de turistas o viajeros localmente y desde o hacia el extranjero.

Los dentistas volverán a atender seguramente con normalidad en el corto plazo.

Las empresas de venta de electrodomésticos con actividad principal en un negocio “a la calle”, pasada una primera etapa de baja notable en las ventas, es muy probable que de a poco (muy de a poco) vuelvan a sus niveles anteriores de facturación, salvo que hayan cambiado notablemente los hábitos de compra on line por parte de sus clientes.

Los bares explotarán en su consumo cuando las cuarentenas finalicen?

Y así se podrían hacer infinitos análisis de actividades y sectores….

Segunda Estación: ADECUADOS Y OPORTUNOS DIAGNOSTICOS.

Efectuada esa primera y gran reflexión habría que virar la mirada hacia el día a día. En mi empresa o emprendimiento o actividad comercial, industrial o profesional:

  • Se siguen devengando ingresos? SI – NO.
  • En caso de respuesta positiva, dicho devengamiento puede verse afectado por una mayor mora o incobrabilidad de nuestros clientes en el corto o mediano plazo?
  • Del mismo modo, cuáles gastos o erogaciones siguen vigentes y debo afrontar igual a pesar que no genere ingresos? Es decir, cuáles de mis gastos son realmente fijos o variables?
  • Tengo créditos y deudas? En qué montos? Con qué plazos de vencimiento o exigencia?
  • De las ayudas, subsidios u otras decisiones de los gobiernos municipales, provinciales o nacional podré obtener algún alivio financiero o económico de corto o mediano plazo?

En síntesis, la cuestión principal será saber si la empresa tendrá la LIQUIDEZ suficiente para afrontar la nueva ecuación económica – financiera que surgirá como consecuencia de las respuestas a las preguntas antes indicadas proyectadas en los TIEMPOS que cada empresa pueda o quiera estimar.

Tercera Estación: LOS ERRORES QUE COMETIERON OTROS.

Esta no es la primera crisis que las empresas argentinas afrontan. Quizás sí,  es la primera de tal relevancia y de tal alcance por la generalización y globalidad de sus efectos.

Los que por edad y por profesión tuvimos la oportunidad de afrontar activamente la crisis del 2000 en la Argentina, indudablemente esta situación nos provoca un deja vu inevitable.

En mi caso personal, sufrí en carne propia los efectos devastadores de esa crisis sobre fines de 2000 y luego me tocó estar al frente en el interior de la Provincia de Buenos Aires de un organismo público-privado de asistencia a Pymes (Proyecto IDEB). Pude desde allí y en ese período transmitir algunas experiencias tomando como base las situaciones vividas por otros empresarios y los errores más habituales cometidos por algunos de ellos.

Adjunto por Anexo un documento técnico en formato power point  de mi autoría (“Empresas pymes en contexto de crisis. Diagnóstico inicial: aplicación de batería de casos facilitadores” – Crisis del 2000 – Argentina) que usamos en aquella época que sirvió como una especie de termómetro a la hora de diagnosticar en qué etapa o situación se encontraba la empresa que empezaba a transitar los caminos tortuosos de la baja en las ventas, el incremento de las deudas, la imposibilidad de pago y otras decisiones de tipo personal que lamentablemente tuvo que afrontar.

Cuarta Estación: DECISIONES TEMPRANAS.

Habiendo reflexionado a más largo plazo en la primera estación, habiendo realizado exhaustivos y oportunos diagnósticos sobre la situación de la empresa especialmente en lo que se refiere a la liquidez y los tiempos a considerar en la segunda estación y habiendo tomado en cuenta las experiencias por otros vividas en la tercera estación, cabe ahora empezar a tomar algunas primeras y embrionarias decisiones.

De acuerdo a la ecuación económica-financiera resultante de la estación dos,  podrían observarse diversas situaciones  pero lo sintetizaremos sólo en tres escenarios:

PANORAMA ALENTADOR

Mis ingresos a devengar no deberían bajar mucho, tengo liquidez suficiente en la actualidad y la ventana de riesgo ante mi actual ecuación (“foto”) de créditos / deudas me permite seguir pagando los sueldos y otros gastos fijos y variables con normalidad por un tiempo bastante extenso.

PANORAMA PREOCUPANTE

Mis ingresos pueden verse rápidamente afectados por la situación económica general de mis clientes.

Mi liquidez a pesar de las ayudas que pueda recibir de los gobiernos no me permitirá afrontar el pago de sueldos y otros gastos fijos y variables por más de (por ejemplo) tres meses.

PANORAMA GRAVE

Mis ingresos desaparecieron en su totalidad o están en alto riesgo de disminución notable.

No tengo liquidez y mi ecuación financiera actual es negativa.

La profundidad de las preguntas a realizar y las decisiones a tomar serán diferentes de acuerdo a la situación en que cada empresa esté. Ejemplos:

  • Mi empresa tiene reservas líquidas a las cuales puedo recurrir?
  • Tengo posibilidades de endeudarme a mediano plazo para atender las necesidades financieras actuales? Tendré capacidad de repago de los créditos que tome?
  • Tengo margen para aplicar alguna política agresiva de ventas (o de liquidación de stocks)?
  • Puedo vender algún otro bien de la empresa que no ponga en jaque la continuidad operativa de la misma?

En definitiva, tendré que pensar en algún otro tipo de decisión más drástica relacionada con la anulación de algún gasto o erogación fija o variable?

Quinta Estación: DILEMAS.

Algún periodista y autor español  hace pocos días escribía que de esta crisis se podría salir de distintas maneras pero principalmente con DECENCIA.

Si del resultado de la estación cuatro, el panorama en alguna de todas sus variables es GRAVE, el empresario especialmente el titular de una Pyme se enfrentará quizás por primera vez en su vida a algunos dilemas. Dos ejemplos:

El primero

  • A la hora de tomar decisiones separará claramente los patrimonios familiares de los de la empresa?
  • O utilizará dicho patrimonio personal (más allá de las responsabilidades legales que cada uno decidió al momento de constituirse como empresa) para atender los requerimientos urgentes de su emprendimiento o actividad?

El segundo

Más allá de la disyuntiva anterior (que puede no existir): cuando tomará la decisión de dejar de pagar? Una deuda, un sueldo, en definitiva, un compromiso asumido?

Créanme 1. Solo el que alguna vez tuvo que tomar esas decisiones en su vida empresarial podrá comprender la profundidad de estos dilemas y la dificultad de afrontarlos.

Créanme 2. El que se enfrente a esas decisiones, seguramente cercanas a algunos caminos  que podrían aparecer por lo menos como vergonzantes, les recomiendo que PIDA ayuda profesional (financiera, económica, legal, o la que NECESITE¡¡).

La mirada objetiva de su situación por parte de un consultor externo experimentado y formado, los buenos y oportunos diagnósticos y el acompañamiento en la toma de difíciles decisiones,  pasado el tiempo de crisis y de aparente caos, serán recordados por dicho empresario pyme en un futuro no muy lejano,  como un bálsamo que fue oportuno, necesario y reparador.

El desafío está planteado. Hoy más que nunca.

ANEXO

2020-03-27T13:49:11-03:00 27 de marzo de 2020|Categories: Noticias|